IN VINO VERITAS
Al entrar en la cocina en busca del primer
café salvador, y mientras los huesos de
los pies van tomando conciencia de que no les queda otra opción que aguantarte,
he reparado en un imán enganchado en la nevera. Sólo hay ese. Lleva ahí el
mismo tiempo que la nevera.
Puede que fuera el mal dormir por dejar la
radio encendida. Te vas despertando a intervalos y te encuentras cada vez en
una situación distinta, como un pato en migración. A veces te quedas con retales
inquietantes que te van machacando el inconsciente hasta el siguiente desvelo.
Plantado ante la nevera he visto el imán: IN
VINO VERITAS. Y de pronto ya no dice in
vino veritas, es más, es infinitamente más , es la verdad revelada. En un
instante ínfimo, inmedible, aparece una especie de holografía de mi propio
cerebro en el que veo todas las verdades que mi disco duro ha ido amontonando a
lo largo de la vida. Allí están el si haces
esto...,no hagas aquello, los Reyes Magos, los principios del movimiento,
la regla de medir y de sacudir, el ganarás el pan con el sudor de tu frente, el cuerpo de cristo, las siete
llagas, el todas las religiones son falsas incluida la nuestra que es la
verdadera, el a ver con quién vas, con quién te acuestas, con quién te
levantas, esto no se dice, esto no se come, la justicia es igual para todos,
somos ciudadanos libres, el bien común, la patria, los patriotas gordos y los flacos, los patriotas de izquierdas,ja,
hijo huye que viene la patria, el honorable comandante, el por dios y por españa, hijo huye que viene
la patria, el honorable preboste, el presbítero pedófilo, la fe, la fe, la fe,
el en memoria de nuestros caídos, nuestros estúpidos caídos (mientras mi
coronel tiene las asentaderas en un sillón forrado de piel de cabritilla), la
verdad periódico de murcia, la vocación de servicio (a quién?), el bien común
(para quién?), lo hacemos por vuestro bien, la oscura discreción, esto no lo
entenderíais, el derecho a la presunción de inocencia, el bien del sistema,
esto nos afecta a todos, los nuevos demócratas que le han cogido el tranquillo
a esta pantomima de democracia. En fin, una borrachera simultánea de imágenes
con el mismo denominador común: todo mentira, todo mentira, mentira.
Y ahí, como siempre, el imán mudo, escupe su
verdad gloriosa: in vino veritas. Nunca sabrá Plinio el viejo, que es a quien
se atribuye el haber acuñado esta frase, lo incontestable de su afirmación. Le
doy y le doy vueltas y no encuentro verdad más sólida y consistente. Que algún
sabio diga una, sólo una.
Aunque las virtudes del vino son de sobras conocidas, no es
aventurado pensar que el bueno de Plinio le diera un sentido diferente, aunque
igualmente irrefutable a la frase de in vino veritas. Estaría en el sentido de
aquella aseveración popular que equipara al niño con el borracho en cuanto a su
incapacidad natural para mentir.
Recapitulando: queridos
amigos tomad la interpretación que más os guste, después de todo la
interpretación no modifica la frase, sin dejar la interpretación, tomad con la
otra mano una copa de vino y brindemos
por la propia vida. Salud.